lunes, 21 de marzo de 2011

Desde 2005, los estudios para construir una nucleoeléctrica en Sonora

El estudio La Amenaza Nuclear... El Caso México, elaborado en el año 2006 por la organización Greenpeace, revela que desde diciembre de 2005, "funcionarios de la Secretaría de Energía y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) hicieron públicas sus intenciones de promover la construcción de más plantas nucleares en suelo mexicano... una de ellas entre Hermosillo y el Mar de Cortés.

Mientras que países como Alemania, Japón y España desde mediados de esta década comenzaron a cerrar sus plantas nucleares y a explorar el uso de energías renovables. México, contrario a esas tendencias mundiales, comenzó a impulsar el uso de la energía nuclear, pese a ser cara, peligrosa y contaminante.

Así comienza el estudio La Amenaza Nuclear... El Caso México, elaborado en el año 2006 por la organización Greenpeace, donde destaca que desde diciembre de 2005, "funcionarios de la Secretaría de Energía y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) hicieron públicas sus intenciones de promover la construcción de más plantas nucleares en suelo mexicano, pese a los cuestionamientos que pesan sobre el funcionamiento de Laguna Verde, la única central nucleoeléctrica que existe en el país".

De acuerdo con el estudio, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) propuso a la CFE la construcción de tres nuevas plantas nucleoeléctricas. Uno de esos proyectos, elaborado por el ININ fue entregado a la CFE, según reveló Luis Carlos Longoria, director de Investigación Científica del ININ: construir una central nucleoeléctrica en Sonora, entre Hermosillo y Mar de Cortés (sic).

"De acuerdo con el subsecretario de electricidad de la Secretaría de Energía, José Acevedo Monroy --señala el estudio de Greepeace-- la Secretaría de Energía busca impulsar la expansión de la energía eléctrica nuclear en el país, donde construir una nueva planta nuclear le costaría a México un millón 300 mil dólares por megawatt.

"Como parte del impulso que la actual administración pretende dar a la energía nuclear destaca la inversión de 800 millones de dólares que la Secretaría de Energía destinará a la ampliación y mejoramiento de Laguna Verde. El plan gubernamental es incrementar en 20 por ciento la capacidad de la central nuclear de Veracruz, además de construir una nueva planta para que entre en operación hacia 2014 o 2015.

"La trasnacional General Electric será la encargada de ejecutar el proyecto de ´rehabilitación y modernización´ de Laguna Verde. Además de los planes de incrementar el número de plantas nucleares, el gobierno busca construir una serie de confinamientos de desechos radioactivos". continúa el documento de Greenpeace.

La organización ambientalista argumenta que la falta de control y medidas de seguridad en el actual basurero nuclear de Samalayuca son sólo una muestra de la incapacidad gubernamental en el manejo de residuos nucleares.

"El impulso de la energía nuclear en México contrasta con la actitud de otras naciones, quienes han decidido cerrar varias de sus plantas nucleares, debido al peligro que representan. Por ejemplo, en Alemania a finales de los 80 se cerraron seis reactores y se abandonó la construcción de cinco más que se tenían planeados. En esa nación, desde hace 25 años no se tiene contemplada ninguna nueva central nuclear.

"En 1980, Suecia se convirtió en uno de los primeros países en cerró una central nuclear por considerarla peligrosa.

"Recientemente, en marzo de 2006, un tribunal japonés ordenó el cierre del segundo mayor reactor nuclear de Japón, operado por la compañía Hokuriku Electric Power, “debido al peligro que puede entrañar para la
población”. La decisión de la corte se produjo después de que una organización ciudadana denunció que el reactor nuclear se encontraba cerca de la falla sísmica de Ochigata.

En México, los planes de construir nuevas plantas nucleares se realizan sin consultar la opinión ciudadana, mucho menos la de especialistas. Por ejemplo, el doctor José Luis Lezama, director del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales, ha escrito: “La industria nuclear se sitúa entre las de más alta peligrosidad… aun la condición de riesgo mínimo o ‘casi inexistente’ puede resultar catastrófica para los mexicanos de hoy y del futuro, así como para el precario medio ambiente de México y del mundo. ¿Vale la pena o tiene algún sentido correr este riesgo? Los únicos beneficiados con la existencia de la plantas nucleares son las compañías y agentes que construyen y operan los reactores nucleares. Además no está comprobado que sea ésta una forma barata de generar energía eléctrica. En lo que sí reina la certeza es en el hecho de que ésta representa la forma más efectiva y económica de acabar con miles de vidas humanas y no humanas en el remotísimo pero probable caso de una fuga radioactiva.”

Con todo, hoy mismo aparece una nota en el diario capitalino Excelsior y que por su interés retoma Dossier Politico, en la que el presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, Felipe Cantú descarta que en la nucleoeléctrica de Laguna Verde pueda registrase una emergencia como en la planta de Fukushima, en Japón, "pues no hay condiciones para un tsunami en el Golfo de México".

En su entrevista con Excelsior, el legislador del PAN mencionó que dicha planta se encuentra en un área geográfica poco sísmica y en donde las penínsulas que rodean a Veracruz, la protegen de un oleaje mayor.

Y fue más allá al asegurar que el país está en condiciones de instalar uno o dos nuevos reactores nucleares en Sonora y Baja California, sin que el tema económico sea un obstáculo.

Dijo el legislador: 'Es tiempo de considerar la instalación de nuevos reactores para dar respuesta a las demandas del país. Económicamente se hace, pero no es un proyecto de poco tiempo una instalación de esa naturaleza necesitaría entre seis y ocho años para estar lista:

'Lo que nosotros creemos es que se deben empezar los estudios de una vez y tener para finales del próximo año la determinación del lugar; se han planteado ya dos lugares específicos: uno en Puerto Libertad, en Sonora y el otro en Ensenada, Baja California', detalló.

Cantú, mencionó que en el caso de Sonora el Mar de Cortés opera como un gran rompe olas que evitaría que un tsunami pudiera poner en riesgo las instalaciones y a la población de esa zona. Lo que no menciona el legislador es que Puerto Libertad es una población situada sobre uno de los ramales de la falla de San Andrés, muy cerca de donde en los últimos meses han ocurrido infinidad de temblores, muchos con magnitud arriba de los 4 grados en la escala Ritcher.

http://www.dossierpolitico.com/vernoticias.php?artid=92630&relacion=&tipo=Principal1&categoria=1

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