viernes, 1 de junio de 2012

Reportero de Veracruz huye de México y pide asilo político en EU

Luego de que sus padres y su hermano fueron asesinados a manos del crimen organizado, Miguel Ángel López Solana, reportero gráfico originario de Veracruz, pidió asilo político en Estados Unidos, donde vive refugiado desde hace algunos meses.

El homicidio de los parientes de López Solana, de 31 años, ocurrió el 20 de junio de 2011; posteriormente él y su esposa se trasladaron al Distrito Federal y de ahí a El Paso, Texas.


En una conferencia de prensa que ofreció en esa ciudad, acompañado de su abogado y su esposa Vanesa Jiménez de López, el reportero dijo que la noticia sobre el asesinato de sus seres queridos se la dio Gabriel Huge, quien el 3 de mayo pasado fue asesinado y descuartizado junto con los periodistas Guillermo Luna y Esteban Rodríguez, en Veracruz.

López Solana explicó que antes del homicidio de su familia, él y sus colegas en esa entidad recibieron amenazas de muerte, por lo que empezaron a laborar en grupo y a autocensurarse.

Y relató lo que vivió cuando entró a casa de sus padres y vio sus cadáveres:

“Lo primero que vi fue a mi madre boca abajo en un charco de sangre. Mi padre estaba sentado, con la cara desfigurada. También mi hermano estaba boca abajo, en una recámara, con tres tiros en la nuca”, detalló.

El padre y el hermano de López Solana se desempeñaban como columnista y fotógrafo, respectivamente, en el periódico Notiver.

El reportero gráfico aseguró que ese medio le dio la espalda tras la muerte de sus parientes.

Denunció que sus colegas Gabriel Huge, Esteban Rodríguez y Guillermo Luna fueron amenazados de muerte y despedidos al encontrarse en riesgo.

Indicó que las autoridades de Veracruz advirtieron a los dueños de los medios en esa entidad que si contrataban a cualquiera de estos tres fotógrafos, se les retiraría publicidad. “En México, ‘el que paga manda’”, afirmó.

Consideró que los recientes asesinatos de periodistas en Veracruz se deben a que se pretende acallarlos.

Agregó que su estancia en Estados Unidos no ha sido nada fácil debido a la soledad y los trabajos mal pagados, pero agregó que la idea de que en un futuro pueda volver a ejercer su profesión lo mantiene motivado.

“Nos han pagado 10 dólares el día a los dos (a él y a su esposa) por limpiar un motel”, expresó.

López Solana y su pareja están representados por el abogado Carlos Spector, quien ya ha conseguido asilo político para otros dos periodistas mexicanos refugiados en Estados Unidos.

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