lunes, 27 de junio de 2011

La hora de la verdad en tres estados

Señoras y señores, agárrense el cinturón. Esta semana viene lo más bravo del verano. Estado de México, Coahuila y Nayarit tienen cierres de campaña. Los tres estados tienen gran relevancia política, de impacto nacional. Veamos. Edomex. Es la antesala de la elección presidencial de 2012. Y no dicho sólo por la prensa: los mismos partidos (PRI, PAN, PRD y los chiquillos “paleros” han dicho que este proceso servirá para medir fuerzas de cara a las presidenciales. Nada está escrito, pero lo que vemos en las encuestas nos dice que será una lucha entre dos: la izquierda más radical, de Andrés Manuel López Obrador, y el priísmo más duro cuya cabeza es el actual gobernador, Enrique Peña Nieto. El delfín de Felipe Calderón, Luis Felipe Bravo Mena, simplemente se desplomó antes de tiempo.

Eruviel Ávila y Alejandro Encinas tratarán de mostrar todo su poder y han escogido lugares estratégicamente
para desplegarlo. No es menor que este proceso marca el fin del “reinado” de Peña Nieto, quien se va el próximo 15 de septiembre y quedará fuera de presupuesto, como Andrés Manuel; ambos no tienen cartera pública. El resto de sus contrincantes, desde los secretarios de Estado panistas hasta Marcelo Ebrard, todavía estarán en el gobierno.

Eruviel (PRI) ha escogido dos sedes para cerrar: Ecatepec y Toluca. El priísta estará en un acto multitudinario el miércoles 29 de junio en el municipio de Ecatepec, aunque cuatro días antes, el sábado
pasado, hizo una especie de acto regional en Toluca.

Bravo Mena (PAN) hará varios cierres. El sábado estuvo en una especie de “pre cierre” en el municipio de Nezahualcóyotl; ayer domingo hizo un mitin en Toluca y mañana martes está en Nicolás Romero, al norte del estado, para finalmente el miércoles 29 hacer un acto multitudinario en Naucalpan.

Encinas (PRD) hará su cierre en Valle de Chalco el miércoles 29 de junio. Allí echará toda la carne al asador, aunque el fin de semana realizó actos en Nezahualcóyotl. Si las encuestas son correctas, si se puede confiar en ellas, no habrá grandes sorpresas en esta elección. La única sería que Encinas jalara a los indecisos y provocara un voto útil que vaciara a Bravo Mena. De no ser así, llegará Eruviel al gobierno del Edomex. Otro priísta. Otra vez.

Coahuila. Como en el Edomex, se trata de una elección de dos. Pero no son dos contrincantes, sino dos hermanos. Rubén Moreira Valdés, de la alianza PRIPVEM-Panal-PPC, va muy encima de Guillermo Anaya Llamas, de la coalición PAN-UDC; de Genaro Fuantos Sánchez, del PRD; y de Jesús González Schmal, del PT y Convergencia. En realidad, en este proceso electoral se medirá a otro Moreira, Humberto, presidente nacional del PRI. Curiosamente, quien fuera un activo en la campaña de Rubén se ha vuelto un ancla. Humberto está metido en un escándalo de corrupción cuya cobertura mediática lo ha puesto en el ojo del huracán. El líder de los priístas se ha mantenido básicamente escondido y, con él, otros notables personajes
de su gobierno y de su equipo que son señalados por enriquecimiento ilícito. El más notable es Vicente Chaires.

Y Nayarit. Compiten el alcalde de Tepic, Roberto Sandoval, por el PRI-PVEM-Panal; la diputada federal por del PRD Martha Elena García, quien va con el PAN por esas extrañas formas de la política mexicana; el ex presidente nacional interino del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo; Nayar Mallorquín, del PT y Convergencia, y Donaciano Robles, del PRS, partido local. Lo notorio no es que el priísta esté tan arriba en las encuestas; es que Acosta Naranjo apenas alcanza un 10% de la intención de voto. Con él se hunden otros notables personajes de la política nacional; entre ellos su coordinador de campaña, el también ex presidente nacional del PRI, Jesús Ortega, quien aprenderá una  dura lección: su fuerza no está en él, sino en la estructura que tiene… en el Distrito Federal.

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