El dirigente en Cuernavaca de la sección sindical del SME, Héctor Salazar Porcayo, y su compañero Marco Antonio García Barrera, responsable del área de Trabajo, se encuentran escondidos porque la justicia—gobierno los quiere tener presos en el penal. Salazar Porcayo --este último apellido de prosapia entre los eléctricos, desde Ramón hasta Roberto “El Fifi”, pasando por Toño “El Gallo”-- ha sido un dirigente luchador, comprometido con su causa, y tal como nos lo platican reporteros y a la vista las crónicas del día desde que lo acusa el gobierno federal, no va a andar huyendo o escondido todo el tiempo.
No son delincuentes junto con Marco Antonio, tampoco forman parte de una organización criminal como tratan de exhibirlos.
No. La gente sabe quiénes son y las amenazas convertidas en papeles de procuradurías y juzgados federales tendrán efecto legal pero nunca la razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario