Miles de mineros, maestros, telefonistas, tranviarios, campesinos de San Salvador Atenco, petroleros y migrantes, entre otros, marcharon al Zócalo.
En el marco del Día Internacional de Trabajo, miles de mineros, maestros, telefonistas, tranviarios, campesinos de San Salvador Atenco, petroleros y migrantes, entre otros, marcharon al Zócalo de la Ciudad de México donde el Sindicato Mexicano de Electricistas mantenía su plantón. Todas las dirigencias, desde los sindicalistas oficiales del Congreso de Trabajo, que celebró su acto temprano, hasta los que se describen como democráticos e independientes, rechazaron la reforma laboral que modifica la Ley Federal de Trabajo en beneficio de la clase empresarial e intensifica los retrocesos en salarios y derechos laborales de las últimas décadas. Un poco después de mediodía el templete se cayó y llegaron varias ambulancias para llevar unas quince personas al hospital.
El contingente anarquista encapsulado
Recordemos que a nivel internacional el Día de Trabajo conmemora a los Mártires de Chicago ––anarquistas que lucharon por los derechos laborales en la Plaza Haymarket en 1886, incluyendo una jornada de ocho horas. Pero en la ciudad étnica y socialmente limpiada de Marcelo Ebrard, los anarquistas que habían celebrado un Congreso en esta ciudad el día anterior no estaban bienvenidos en la conmemoración en el Zócalo.
El Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad (CCTI) hizo la siguiente denuncia sobre el encapsulamiento y retención ilegal del contingente anarquista durante una hora y 45 minutos: “Desde las 10 horas del día de hoy, más de dos mil granaderos cercaron el monumento a la Revolución encapsulando al contingente Anarquista, conformado por representantes de varias organizaciones, que de manera pacífica se disponía a ejercer su derecho de manifestación con motivo de la Marcha del Primero de Mayo “Día del Trabajo”. Los manifestantes carecen de toda información de las autoridades sobre el motivo de esta retención ilegal y arbitraria, violando con esta acción, las garantías individuales de los ciudadanos secuestrados por la policía”.
Varias de las personas encapsuladas dicen que después de estar amenazadas con la violencia policial durante casi dos horas en el sol, los granaderos cometieron otro abuso al condicionar su salida del cerco a la revisión de sus mochilas. Al llegar al zócalo el contingente de unas 300 personas después de una marcha enérgica, un compañero dijo: “Lo que pasó en el Monumento a la Revolución era como un estado de excepción…. La policía quería darnos un mensaje: ‘Pinches anarquistas, estamos sobre ustedes. Cuidado’. Compañeros es el momento de organizarnos. Es el momento de avanzar. Hay que hacer un esfuerzo de trabajo. Pero hay que ser más inteligentes que los policías. Hoy éramos muchos que no caímos en las provocaciones de los granaderos. (Aplausos). Ellos querían un pretexto para llevarnos a los separaos para que no estuviéramos aquí hoy en día. Seamos más inteligentes. Seamos más congruentes. Seamos más desarrollados que ellos. Nosotros somos anarquistas. Nuestras únicas armas son nuestros libros, nuestras ideas, nuestro pensamiento, nuestras voces. Nos solidarizamos con la gente de SME, con la gente de Oaxaca, con la gente de Chiapas….Echemos abajo esa pinche maquinaria de terrorismo. Nosotros no somos terroristas. Somos anarquistas. Viva la anarquía. Viva la gente trabajadora”.
Las trabajadoras sexuales se movilizan
Al otro lado del zócalo, ahí por el cruce de Circunvalación y Corregidora, otro contingente salió para el Zócalo a las 11 de la mañana, el de la Brigada Callejera y la Red Mexicana de Trabajo Sexual. Marcharon contra la criminalización de las/los trabajadores sexuales, contra la prohibición de los anuncios sexuales, y contra la revictimización de las trabajadoras y trabajadores sexuales en los operativos policiacos contra la trata sexual. En particular, exigieron justicia por la muerte de la compañera Gulmara Vilchis Sánchez, presidenta de la cooperativa de trabajadoras sexuales “Por mejores condiciones de salud”, a las tres y media de la mañana el 29 de abril, quien se encontraba privada de su libertad en el Reclusorio femenil de Santa Marta Acatitla. Según la Brigada Callejera, el delito de la compañera conocida como “Garibay” era organizar “una cooperativa para abolir la trata de personas con fines de explotación sexual y que se convirtieron en una piedra en el zapato del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubond. Gobierno que en aras de implementar una limpieza social de trabajadoras sexuales, fabrica delitos y se promueve como el gran adalid de la lucha contra la trata sexual, cuando en realidad una de las consecuencias de los operativos anti-trata de la ciudad de México, ha sido el incremento de las cuotas de extorsión que pagan a policías ministeriales, hoteleros y trabajadoras sexuales, según el testimonio de Karla, Maritza y Maria Elena, que laboran en Tlalpan, Sullivan y la Merced, respectivamente”.
La marcha de unas 250 personas fue animada con consignas de “Respeto total al trabajo sexual” y “Ni una muerta más” y gritos espontáneos (con risas) de “Putas al ataque”. Al caminar por Corregidora, la compañera Elvira iba señalando los lugares de trabajo ahora cerrados. “Aquí estuvo el Hotel Madrid…Aquí hubo otro”.
––¿Y qué vamos a hacer compañeras? ¿Vamos a estar aquí o no?
–– Sííííííí.
––¿Nos vamos?
––Noooooo.
––Y si siguen cerrando los hoteles, vamos a trabajar en la calle. ¿Sí o no?
––Sïíííííí.
––O encima de los árboles.
––Sííííí.
––¿De quién es la esquina?
––De quien la trabaja.
––Para las cámaras que tienen por todos lados vigiándonos, ¿de quién es la esquina?
––De quien la trabaja.
––A ver qué nos pasa con esa nueva ley que acaban de pasar. ¿A ustedes los consultaron?
––Noooooo.
––Ellos no salen de su pinche escritorio pero ganan 90 mil pesos mensuales. Y lo que hemos visto es que muchas veces los que están cobrando son los mismos policías y judiciales ¿o no?
––Síííííí.
––Entonces aquí les decimos que si van a castigar, que empiecen de casa con ellos mismos ¿o no?
––Sííííí.
Al margen de los sindicatos
A la marcha de la Brigada Callejera se unió la del Sector Obrero de La Otra Campaña que había empezado desde el metro Garibaldi a las 9 de la mañana en conjunción con compañeras y compañeros de San Juan Copala, Tlahuac, Ecatapec, Azcapotzalco, IMSS, ENAH, La Otra Salud y otros colectivos.
El compañero Francisco explicó que suelen marchar por Tepito el primero de mayo para volantear y platicar con la gente. Dijo: “Nosotros pensamos que es mejor organizarnos al margen de los sindicatos y de los partidos políticos. Empezamos la lucha laboral en el sindicato del IMSS en los ’80. En 1989, hubo una amplia organización de base y esperamos ganar más derechos pero echaron a los policías encima de nosotros y nos golpearon. Lo mismo pasó en ’94. Realmente no ganamos lo que buscamos. La situación de todos los trabajadores y trabajadoras ahora es peor que nunca. Aún cuando ha habido fuerte resistencia, los trabajadores han sufrido golpes y derrotas, en parte porque la dirigencia colabora con los empresarios y el gobierno. Por eso no tenemos confianza en los sindicatos. Pensamos que tenemos que encontrar formas alternativas y colectivas de organización para poder enfrentar todo el sistema del capitalismo. También trabajamos en apoyo a las luchas indígenas en Chiapas y otros lugares incluyendo el municipio autónomo de San Juan Copala”.
A un año del ataque paramilitar contra la primera caravana de auxilio a San Juan Copala y los asesinatos de Bety Cariño y Jyri Jaakola, una compañera del municipio invitó a todos a participar en la caravana de las personas desplazadas que partirá de Oaxaca para el DF el 23 de mayo y de acompañar a los compañeros y compañeras triquis cuando regresen a Copala.
El SME sigue en plantón
Después de varios días de provocaciones en los medios de comunicación que consistían en pronósticos de enfrentamientos hostiles entre el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y otros sindicatos, el sindicato tomó la decisión de prescindir de su marcha y mantener su plantón en el Zócalo, dejando a un lado un espacio para la participación de otros grupos. Los compañeros destacan que unos 16,599 trabajadores despedidos no se han liquidado después de 18 meses del ilegal decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro. Dicen que los intentos del gobierno de Felipe Calderón de destruir el sindicato incluyen la intromisión del gobierno en sus asuntos internos, el congelamiento de sus cuentas bancarias, el desconocimiento legal de parte de su dirección sindical, las millonarias campañas mediáticas de criminalización en prensa, radio y TV, y la represión, persecución y encarcelamiento de decenas de sus compañeros. Exigen la reinstalación de los despedidos del SME y la libertad a sus 12 presos políticos y llaman a la unidad obrera y el internacionalismo proletario. Una manta dice: “División Necaxa. Disculpen las molestias. Estamos arreglando las pendejadas del borracho presidente Felipe Calderón”. Y otra dice: “El ejército a sus cuarteles”. Los hostigamientos contra el SME en la prensa siguen.
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