Han entrado a las casas buscando armas y de noche rondan en otros pueblos, se meten en las parcelas y no se sabe qué hacen ahí; no necesitamos Ejército que nos venga a cuidar, señalan.
San Cristóbal de las Casas, Chis. Alrededor de 400 personas, la mayoría mujeres, realizaron una marcha de tres kilómetros y medio del municipio de Teopisca a Amatenango del Valle para protestar por la militarización y en contra de las altas tarifas que cobra la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de la explotación minera.
Pertenecientes a diferentes organizaciones y provenientes de distintos municipios, los manifestantes denunciaron que el pasado 2 de febrero, integrantes de la Secretaría de la Marina y del Ejército Mexicano se posesionaron de tierras ejidales e instalaron un campamento sin autorización de sus dueños en el barrio de Madronal, en Amatenango del Valle, ubicado a 50 kilómetros de esta ciudad.
Añadieron que las autoridades municipales fueron informadas de la llegada del convoy una hora antes de que los uniformados instalaran las casas de campaña, aunque hace unas semanas abandonaron el lugar.
La marcha comenzó antes del medio día en el municipio de Teopisca y durante más de dos horas los manifestantes caminaron bajo un intenso sol hasta Amatenango del Valle coreando “Chiapas, Chiapas no es cuartel, fuera ejército de él”, consigna que intensificó cuando se toparon con dos camiones castrenses.
“Si Ramona viviera con nosotras estuviera” y “Zapata vive, la lucha sigue”, gritaron los manifestantes durante el trayecto hasta concluir en el parque central de Amatenango, municipio conocido principalmente por su alfarería.
Allí, colectivos de mujeres de diferentes comunidades y la Red de Resistencia contra las Altas Tarifas de luz, organizadoras de la marcha, manifestaron su desacuerdo por la presencia de los militares en Amatenango pues “le meten miedo a la gente y por la inseguridad ya no podemos ni salir a traer leña”.
En un comunicado, agregaron: “No entendemos qué están haciendo, han entrado a las casas buscando armas y de noche rondan en otros pueblos, se meten en las parcelas y no se sabe qué hacen ahí; no necesitamos Ejército que nos venga a cuidar, lo que exigimos es que respeten nuestra autonomía, lenguas y culturas como indígenas”.
Alma Padilla García, representante del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, dijo en entrevista que la iniciativa de la manifestación surgió de las mujeres, principalmente de Amatenango, “que han sido afectadas por la militarización de sus comunidades y espacios donde viven, y su exigencia es que salgan de las comunidades y del estado”.
Abundó: “Es mentira que los militares cuiden a la población, ellos sólo cuidan los intereses de los de los ricos y de las empresas transnacionales, intimidando a las comunidades, lo que genera un estado de terror y violación a los derechos humanos que provocan daños a las personas”.
Sostuvo que “en la medida en que se militarizan los pueblos aumentan las violaciones de los derechos, empezando con el despojo de territorios y tierras pues se posesionan de predios sin autorización de los dueños”.
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