Piden a la ASF analizar el impacto en el gasto público de estas erogaciones
Transparentarlos y racionalizarlos, pide Suárez Coppel, porque representan pérdidas a Pemex
Organizaciones civiles pidieron a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) un análisis del impacto del gasto público destinado a los subsidios energéticos, que representan 1.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) y cuyo mayor beneficio se queda en las clases con mayores recursos económicos.
Es falso que eliminar el gasto de más de 200 mil millones de pesos en subsidios a gasolinas, electricidad y gas LP pueda convertirse en una espiral inflacionaria. México, afirmaron Transparencia Mexicana, el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), Gestión Social y Cooperación AC (Gesoc), el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y México Evalúa, en su argumento ante la ASF, donde afirman que el gobierno federal gasta cada año cuatro veces más en subsidiar combustibles que en todos los programas para combatir la pobreza.
Por separado, en un encuentro organizado por el Instituto de las Américas, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel, reconoció la necesidad de transparentar y racionalizar los subsidios energéticos porque se expresan en pérdidas para las finanzas de la petrolera. Hay muchos subsidios que de acuerdo con nuestros análisis, en lugar de transparentarse a nivel de presupuesto los absorbemos nosotros. Esto nos lleva a pérdidas de operación y en ese sentido deberían transparentarse y no ser absorbidos por Pemex, opinó el funcionario.
Ayer los representantes de las cinco organizaciones civiles presentaron una petición al auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal Martínez, para que a partir de la revisión de la cuenta pública 2011 empiece el ejercicio de analizar el impacto que en el gasto público tienen los subsidios energéticos. Como instituciones de la sociedad civil que compartimos el objetivo de mejorar la calidad del gasto público, le queremos externar nuestra preocupación sobre los monumentales costos financieros y de oportunidad que implica la asignación de subsidios a la energía en México, manifestaron al titular de la ASF.
El presidente de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohóquez, informó que el organismo fiscalizador manifestó que existe viabilidad para atender la petición, pero con la advertencia de que duraría al menos un año realizar el estudio correspondiente.
Los organismos ejemplifican que cada mes, al dueño de una camioneta de lujo que llena su tanque se le facilitan casi mil 800 pesos, mientras a una familia de cuatro miembros en pobreza extrema Oportunidades le entrega mil 400 pesos. Y aunque en abstracto está bien que una economía petrolera incentive sus costos de producción con hidrocarburos muy competitivos, la cuestión es saber si México se lo puede permitir, si a la vista de las fracturas sociales no habría que dar la vuelta a la ecuación y gastar cuatro veces más en combatir la pobreza que en abaratar gasolinas.
Subrayan que, de acuerdo con los estados financieros de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) del ejercicio 2010, se entregaron 95 mil 740 millones de pesos por concepto de subsidios a los consumidores, cifra que equivale a 160 por ciento de la deuda reconocida por esa institución. Bastarían ocho meses de subsidio para sanear este rubro de los pasivos de CFE. Los subsidios a la gasolina entregados por Pemex entre 2008 y 2010 serían suficientes para invertir en la construcción de tres refinerías de gasolina, expusieron.
Aceptan candidatos de PRI y PAN colocar acciones de Pemex
Los candidatos a la Presidencia de la República por el PRI y el PAN ven con buenos ojos la posibilidad de que acciones de Pemex sean colocadas en el mercado de valores o, por lo menos sacar a la petrolera de los límites que le impone el presupuesto federal.
Al participar en el seminario México planes y política energética en un año de elecciones, organizado por el Instituto de las Américas, plantearon que las actuales obligaciones fiscales de Pemex disminuyen considerablemente su capacidad de gestión.
En representación de la panista Josefina Vazquez Mota, Felipe de Jesús Cantú dijo que la bursatilización de la paraestatal permitiría que más mexicanos puedan invertir en la empresa. Con ese tipo de acciones la empresa tendría mayor independencia.
La posición fue secundada por Aarón Dychter Poltolarek, quien asistió en representación de Enrique Peña Nieto. Consideró necesaria mayor participación privada en la industria petrolera, fortalecer las funciones de la Comisión Nacional de Hidrocarburos e impulsar reformas legales para asociaciones público-privadas en el sector energético.
El representante de Andrés Manuel López Obrador, Adolfo Hellmund, dijo que una privatización sólo crearía un nuevo magnate mundial y energías costosas para el país, pero dijo que de ganar la Presidencia se respetarán los contratos firmados por los antecesores.
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