El sector obrero de la Cámara de Diputados aseveró que trabaja para ofrecer al país una buena reforma laboral, cuyo dictamen previo podría estar listo la próxima semana.
Esta reforma será por consenso y no se dará "a espaldas a los trabajadores de México", aseveró el diputado federal priísta Tereso Medina Ramírez, presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, quien aseguró que la reforma "no está muerta ni congelada".
En el marco del Foro "Reforma Laboral", organizado por la LXI Legislatura Federal en Aguascalientes, sostuvo que en esta reforma se conservarán los derechos del contrato colectivo de trabajo, el derecho a huelga y absolutamente todos los derechos que amparados por el artículo 123 constitucional, mismos que, dijo, en ningún momento serán negociables.
Aseguró que hasta el momento los distintos partidos políticos han mostrado voluntad para ofrecer un dictamen que pueda ser analizado, debatido y aprobado por el pleno de la cámara.
Con su reserva, dijo que es probable que se tenga un dictamen la próxima semana, documento que será puesto a consideración de los diputados integrantes de la Comisión y recibir las aportaciones y observaciones que lo complementen.
Una vez hecho esto, la propuesta será enviada a la Junta de Coordinación Política, quien es la encargada de estudiar si se aborda en un periodo extraordinario de sesiones o bien se llevaría dentro del próximo periodo ordinario.
Explicó que hasta el momento continúa el debate y no se ha alcanzado algún acuerdo sobre el llamado outsourcing o contratación por medio de terceros, así como en los contratos a prueba y en la legislación de los topes de salarios caídos.
Medina señaló que nadie se ha opuesto a legislar a favor de la protección para evitar la explotación infantil, la equidad de género en oportunidades laborales ni en incluir a los jornaleros del campo, a trabajadores domésticos o los trabajadores a distancia.
Explicó que en esta reforma se pretende incluir también a los trabajadores migrantes y añadió que para evitar que los connacionales sufran abusos laborales en otros países, tendría que legislarse sobre este tema de forma trilateral.
Finalmente consideró que hace falta un cambio en las normas que rigen al sector laboral del país, pues, dijo, "más de 40 años sin reformar la Ley Federal del Trabajo bastan para entender que México ha cambiado".
Ejemplo de ello, dijo, es que antes los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas requerían sólo tener la educación primaria. Sin embargo, en la actualidad la inserción laboral llama a la preparación técnica de los trabajadores para lo que se requiere elevar educación mínimo a preparatoria.
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