domingo, 4 de diciembre de 2011

Alza internacional en el precio de los alimentos afectará inflación en México

Se estancó la producción agrícola nacional, sostiene la Cepal

La inflación, cuyo control pondera el gobierno federal como factor fundamental de la estabilidad económica, resultará “perjudicada” por el incesante aumento de los alimentos a nivel mundial toda vez que México se caracteriza por la falta de autosuficiencia alimentaria y, desde hace 35 años, estancó su producción agrícola e incrementó las importaciones, advierte una investigación difundida por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).


A diferencia de los países ricos, explica, en las naciones desarrolladas los alimentos tienen un “elevado peso” en la inflación, pero en el caso de México cuentan con una ponderación “extremadamente alta” (casi 25 por ciento) en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), por lo que éste resultará “gravemente afectado por la inflación de los alimentos” y ello redundará en un aumento de la pobreza.

La investigación asevera que la política monetaria que se aplica en México resultará “insuficiente” e “ineficaz” para contener la inflación e incluso repercutirá negativamente en otros factores económicos ya que provocará la restricción de la demanda, del crecimiento económico y en la creación de empleos, que a su vez conllevarán a otros problemas, como la escasez de divisas por el aumento de importaciones, déficit de la cuenta corriente, devaluación y pérdida de competitividad.

Recomienda entonces priorizar la atención al sector primario para reforzar la autosuficiencia alimentaria y disminuir la brecha que se profundizó entre producción y demanda a raíz de la apertura comercial y la reducción del apoyo gubernamental al sector primario.

Tan sólo la producción de los cinco granos básicos del país (frijol, maíz, trigo, sorgo y sorgo) tuvieron “un insignificante aumento de 4 por ciento entre 1994 y 2005, mientras que las importaciones de alimentos se dispararon 66, no sorprende entonces que México está frente a un crónico y creciente déficit comercial agrícola”.
Incluida en la publicación cuatrimestral de la Cepal, que comenzó a ser difundida este mes, la investigación corrió a cargo de Armando Sánchez y Moritz Cruz, investigadores de la UNAM, así como su colega Edmund Amann, de la Universidad de Manchester.

El objetivo plantea que la restricción que el alza de los alimentos impondrá al crecimiento económico y para ello se tomó “como caso de estudio la economía de México porque su dependencia alimentaria (especialmente en la importación de granos básicos) se viene expandiendo sostenidamente desde mediados de la década de 1980, a partir de las políticas de liberalización del comercio que quedaron selladas con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte”.

Contundente, el documento dado a conocer por la Cepal sostiene: “nada en la literatura del crecimiento sugiere que los gobiernos deban desatender al sector primario conforme las economías avanzan en su desarrollo (eliminando, por ejemplo, la protección comercial y reduciendo el respaldo tecnológico y financiero). Ni tampoco que un mayor desarrollo económico debería implicar pasar de una creciente autosuficiencia a la dependencia alimentaria. Por eso resulta sorprendente que ésta subiera en México al mismo tiempo que el ingreso per cápita alcanzó su nivel más alto en la historia hasta ese momento, alrededor de 7 mil 400 dólares”.

Insiste en que si la inflación sube las autoridades adoptarán medidas convencionales en materia fiscal y tradicional como limitar la oferta monetaria disminuyendo el gasto público y aumentando la tasa de interés, pero resultarán infructuosas porque es una presión estructural que de no resolverse reducirá crecimiento económico, producción y empleo.

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