martes, 15 de noviembre de 2011

Presenta el SME queja formal ante oficina del TLCAN contra el gobierno mexicano

El gremio demanda que sean remediados los ataques de la administración de Calderón

La central AFL-CIO y unas 100 organizaciones de varios países se sumaron a la protesta

Nueva York. Líderes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) presentaron este lunes una petición formal ante el Departamento de Trabajo de Estados Unidos conforme a los acuerdos laborales paralelos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), denunciando violaciones del gobierno mexicano a derechos laborales y sindicales.

La petición del SME exige poner remedio a los ataques del gobierno mexicano, cuyo propósito fue desaparecer el sindicato, y denuncia la falta de aplicación de leyes laborales y violación de los derechos de los trabajadores, reconocidos en el Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte, paralelo al TLCAN.

La central obrera AFL-CIO –la más influyente de Estados Unidos–, junto con casi 100 organizaciones laborales y de derechos humanos de varios países, se sumó a la queja presentada hoy. Representantes de la central afirmaron que las casi cotidianas violaciones laborales en México son cada vez más preocupantes para organizaciones laborales y de derechos humanos de todo el mundo.

“Asalto sistemático contra los trabajadores”

El secretario de asuntos internacionales del SME, José Humberto Montes de Oca Luna, presentó la queja formal ante la Oficina de Estados Unidos sobre Asuntos Comerciales y Laborales del Departamento de Trabajo (OTLA, por sus siglas en inglés), en la que el sindicato argumenta que el gobierno de México mantiene un asalto sistemático contra los trabajadores, sus organizaciones y sus derechos. Esto, afirma el documento, está suprimiendo las normas laborales y contribuyendo a la crisis que enfrentan los trabajadores en México.

Montes de Oca, en conferencia de prensa en la sede de la AFL-CIO, resaltó que la queja denuncia la “violación a la normativa laboral internacional” así como la violación de los derechos de asociación y negociación colectivas y el de la huelga. Después de repasar la cronología del conflicto, iniciado el 10 de octubre de 2009, cuando 27 mil efectivos policiacos y militares tomaron las instalaciones de Luz y Fuera del Centro y “desalojaron violentamente a los trabajadores”, así como la extinción de la empresa ordenada por el presidente Felipe Calderón, dejando sin empleo a unos 44 mil agremiados, indicó que el gobierno “intervino en los asuntos internos del sindicato” en lo que calificó de “golpe” para desaparecer esta “organización sindical democrática e independiente”, con casi 97 años de existencia.
El objetivo de presentar la queja, afirmó Montes de Oca, es no sólo emplear los recursos internacionales para obligar al gobierno mexicano a cumplir con los derechos laborales universales, sino también “para dar visibilidad al conflicto, dar a conocer estas violaciones de derechos laborales y humanos a la opinión pública internacional”.

A la vez, recordó que el SME no es el único que enfrenta esta situación, pues el gremio de los mineros ha sido atacado “sobre las mismas líneas”, y que hay actualmente varias huelgas, algunas de años, como la de Cananea, que no se han resuelto.

Afirmó que la “solidaridad internacional ha sido estratégica”, y que ya se determinó una “alianza trinacional” entre sindicatos de México, Canadá y Estados Unidos. Más allá de eso, señaló, se han efectuado actos de solidaridad con el SME en unos 80 países.

Preocupación global

Kathy Feingold, directora de asuntos internacionales de la AFL-CIO, subrayó que casi 100 organizaciones laborales y de derechos humanos de varios países, incluyendo la central obrera estadunidense, “están sumamente preocupados por la situación de la violación de los derechos laborales en México”. Por tanto, más allá de este proceso dentro del marco del TLCAN, se está demostrando “la preocupación global” por la situación de los trabajadores en México y que estas violaciones laborales que ocurren “día con día” están generando “una preocupación muy grande, no sólo para nosotros aquí en la AFL-CIO, sino para el movimiento mundial”.

El acuerdo paralelo al TLCAN fue firmado junto al acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, en 1993, e incluye previsiones para proteger los derechos laborales, para promover iniciativas a fin de lograr que los beneficios del “libre comercio” sean ampliamente compartidos en cada sociedad, y favorecer la cooperación entre los ministros del Trabajo. Conforme al acuerdo, cada país instauró una entidad para recibir quejas de organizaciones “que creen que uno de los socios comerciales no está cumpliendo con los compromisos que asumió sobre asuntos laborales”, informa el Departamento del Trabajo aquí.

En Estados Unidos la instancia encargada es la OTLA; las quejas tienen un plazo de unos 60 días después de ser aceptadas y revisadas. Sus decisiones no son vinculantes, pero se emiten recomendaciones a los gobiernos firmantes del acuerdo.

El SME presentó recientemente una queja parecida ante el gobierno de Canadá.

Fuente: La Jornada

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