La administración que han tenido las dos paraestatales energéticas del País en los últimos 12 años han dejado un saldo “desastroso”, pues Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene una deuda mayor a sus activos y la Comisión Federal de Electricidad quebrará en ocho años, convirtiéndose en la nueva Luz y Fuerza del Centro, dijo Francisco Labastida Ochoa, ex presidente de la Comisión de Energía del Senado.
“CFE podrá convertirse en un breve plazo en Luz y Fuerza del Centro, entre siete a ocho años, porque va a depender del subsidio”, advirtió.
“Va por un camino peligroso; el año pasado perdió 17 mil millones de pesos. Está en el camino de la deficiencia y necesitamos cambiarla para hacerla más transparente y eficiente”.
La quiebra lo calculó Labastida al proyectar pérdidas similares en la paraestatal por los siguientes años, que sobrepasarán a los activos de la empresa.
Para evitar esto, será necesario reducir los costos de operación y elevar la productividad.
Respecto a Pemex, el ahora asesor del Presidente electo Enrique Peña Nieto dijo que el único objetivo cumplido por parte de las últimas dos administraciones fue estabilizar la producción de crudo después de una declinación constante; sin embargo, la extracción está mal enfocada pues México tiene amplias posibilidades de desarrollar zonas en aguas someras que son altamente rentables.
“Tenemos que disminuir los barriles de Chicontepec, tenemos que reenfocar aguas profundas. Hay barriles que se pueden desarrollar en aguas someras entre 5 y 10 dólares por barril y no a 28 dólares, como en Chicontepec, o a 35 dólares en aguas profundas”, dijo.
A la par, se debería estar extrayendo el gas natural tipo shale, el cual podría generar un movimiento de reindustrialización del País, generaría un crecimiento del 6 por ciento anual y más de 1 millón de empleos.
El desarrollo de este hidrocarburo podrá estimar una inversión de 3 mil millones de dólares de inversión sólo en los siguientes 4 años, según estimaciones de la paraestatal.
“Necesitamos más producción de gas natural y necesitamos más ductos”, refirió.
Pemex Refinación es una subsidiaria deficitaria en su operación, además que importa altas cantidades de gasolinas y petrolíferos.
“Refinación va a estar perdiendo al año 10 mil 500 millones de dólares”, dijo.
El experto detalló que la suma de las importaciones de gasolinas y de petroquímicos han aumentado tanto que ya son iguales a las ganancias que se obtienen por la exportación de petróleo.
“De importación de petrolíferos son 29 mil millones de dólares anuales, más los 20 mil millones de petroquímicos. Tenemos una balanza equilibrada porque los casi 50 mil millones son equivalentes a lo que obtiene Pemex por exportar petróleo”, dijo.
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