MONTERREY.A 48 horas de la fuga masiva de 30 zetas y la masacre de 44 integrantes del cártel del Golfo, el penal de Apodaca fue escenario de un motín de reos, quienes causaron incendios para oponerse a su traslado a otras cárceles, mientras que en el exterior familiares de los presos protestaron lanzando piedras y otros objetos a la policía.
El caos se apoderó nuevamente de la cárcel de Apodaca alrededor de las 18:30 horas y tras de que carros con militares y policías federales ingresaron al penal con la intención de efectuar el traslado de reos, éstos últimos se amotinaron en los patios.
A los pocos minutos se observaron desde el exterior al menos tres columnas de fuego y se escucharon ráfagas de armas automáticas, pero hasta anoche no había reporte oficial de heridos o muertos.
Afuera del reclusorio comenzó la inquietud de familiares de los más de 2 mil 700 reos. Un grupo de mujeres arremetió contra los policías que custodiaban la puerta, lanzando piedras y pidiendo a gritos informes sobre lo que acontecía dentro. Ante la falta de datos, los parientes comenzaron a quemar pancartas y basura frente a la reja, que también pretendieron derribar, pero fueron rechazados con gases lacrimógenos.
El motín de los internos tuvo que ser contenido con el apoyo de fuerzas militares y federales, junto con la participación de policías estatales y municipales. Bomberos de diversos municipios arribaron para controlar los incendios y también llegaron ambulancias de la Cruz Roja.
Por la mañana, el gobernador Rodrigo Medina informó que el director del penal Gerónimo Andrés Martínez y el jefe de Seguridad Juan Hernández Hernández se mantenían coludidos con un grupo de reos que escapó y que cometió los asesinatos.
En conferencia de prensa, Medina dijo que tras las declaraciones de 16 de los 18 custodios, éstos aseguraron que los funcionarios tenían conocimiento de los hechos, y que fueron ellos quienes apoyaron para que ambos delitos se concretaran.
Descartan motín
El vocero de seguridad en Nuevo León, Jorge Domene Zambrano, descartó que los disturbios correspondan a un motín y aseguró que la situación fue controlada por militares, federales y estatales, y que ningún interno se encuentra en riesgo.
Llamó a los familiares de los reos a estar tranquilos. Refirió que los incendios registrados en el centro penitenciario fueron una reacción de los reclusos al saber que sus familiares encabezaban protestas afuera del penal. Confirmó que se realizará el traslado de 400 internos.
Alrededor de las 19:00 horas, familiares de los reos bloquearon la vialidad para impedir el traslado.
Algunos de los familiares de los internos lograron comunicarse con sus parientes recluidos y varios de ellos mencionaron que reos del ambulatorio Delta fueron quienes se amotinaron, porque los iban a llevar a penales federales, pero fueron sometidos a golpes.
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