La Comisión Federal de Electricidad (CFE) rebasó los límites de sus atribuciones y lastimó en los derechos más sensibles y elementales a toda una sociedad que destina bimestralmente una parte importante de su gasto familiar a pagar un servicio que dista mucho de ser “de clase mundial”.
Para que usted tenga una idea de la magnitud de su voracidad e incompetencia, la CFE en Campeche es la empresa que ocupa el primer lugar a nivel nacional en demandas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), con cerca de mil 500 quejas; las principales causas: cobros indebidos y mal servicio.
Tan sólo en lo que va de este primer mes del a
ño, la Profeco recepcionó casi 200 quejas por las mismas causas, a la que se le suma una imperdonable y condenable que no se repara ni con todo el oro del mundo y es que atentar contra una vida, es un asunto que ya rebasa cualquier tipo de actitud y régimen propio de los gobiernos totalitaristas.El caso del Hospital “Manuel Campos” ocupó la atención de la prensa nacional inmediatamente de conocido el hecho y parejo con esto, la condena al crimen por parte del gobernador del Estado, Fernando Ortega Bernés, la luchadora social Layda Sansores San Román, partidos políticos, agrupaciones no gubernamentales y la misma sociedad en general, quien ha sido la más afectada en la actitud y postura de la CFE desde hace muchos años.
Independientemente de que el hospital contara con recursos o no para el pago de la tarifa bimestral que hoy sabemos oscilaba entre los 200 mil pesos, o con su propia planta de energía eléctrica, o esperamos el resultado de la investigación ordenada por el gobernador del Estado, es necesario dejar en claro que la CFE nunca debió actuar de ese modo, lo que amerita una severa sanción tanto a la empresa y superintendente por violar flagrantemente los derechos más preciados de todo individuo.
Una de las vertientes que pudo originar la causa por la cual se omitió el pago de electricidad, pudo surgir al momento de que el “Manuel Campos” dejó de percibir recursos propios por los servicios que brindaba, que a partir del año pasado pasaron al Hospital de Especialidades Médicas, o bien que nunca se pensó en firmar un convenio con la paraestatal en tanto se conseguían los recursos, y si se hizo, alguien no cumplió en los términos establecidos.
Pero cualquiera que fuere la causa, e independientemente de los resultados de la investigación, nada exime a la CFE como una institución que viola los derechos humanos y esto sucedió precisamente con 14 pacientes y dos menores que se encontraban internados cuando ocurrió el corte de energía eléctrica.
Si asegura el titular de Salud en el Estado, Dr. Iván González López, que las causas de las dos lamentables muertes no fueron atribuibles a la paraestatal, sí es cierto que en tal circunstancia los pacientes vieron vulnerados sus derechos más elementales frente a un acto criminal perpetrado por la CFE.
Por ello es tiempo de exigir como sociedad, organizadamente, un “hasta aquí”, a tanta altanería y prepotencia de instituciones como la CFE y Pemex, que mucho le deben a Campeche y a los campechanos, no se les olvide que gracias al pago de nuestros impuestos ellos tienen para comer diariamente y que en todo caso el pueblo es quien debe de decir quién es Gobierno y quiénes sus servidores públicos. Basta de tanta deshonestidad en este gobierno del cambio.
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