A la opinión pública nacional e internacional
A las organizaciones democráticas
A las autoridades federales.
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) atraviesa hoy por un proceso electoral en el que sus integrantes elegirán durante el mes de junio a la mitad de su Comité Central. Se trata de un ejercicio plenamente democrático –por medio de voto libre, secreto y directo--, como lo establece hoy finalmente la Ley Federal del Trabajo y como el SME lo viene realizando ininterrumpidamente desde hace decenas de años. El SME no fue, sino que sigue siendo un sindicato ejemplar a sus 104 años.
No obstante, alentados quizá por voces e intereses provenientes de las altas esferas políticas, algunos grupos de ex miembros del sindicato que renunciaron en su momento a defender a la organización --sometiéndose o aliándose de plano con los pasados gobiernos de la derecha neoliberal-- o que desistieron de sujetarse a las reglas democráticas internas del sindicato y lo han atacado públicamente, ahora pretenden jugar en estas elecciones como si nada hubiera pasado y no hubieran renunciado a sus derechos, lo que naturalmente las instancias correspondientes del SME han rechazado.
Peor aún, tales personas intentan realizar una campaña pública de desprestigio contra el SME denunciando su supuesta exclusión y la intromisión de fuerzas externas, cuando en realidad quienes están atentando contra la democracia y la autonomía del sindicato son precisamente ellos.
Si hoy es posible que el SME viva una nueva jornada democrática electoral es gracias precisamente a quienes durante más de nueve años supieron construir la resistencia, mantener la integridad de la organización y abrir nuevas vías para su desarrollo en las nuevas condiciones y contra todos los poderes interesados en aniquilarla. Quienes, independientemente de sus posibles diferencias, o intereses, no fueron capaces de sostenerse en los marcos de la organización y en su lucha de resistencia no pueden ahora ni legítima ni legalmente reclamar derechos. Punto.
Por todas estas razones, los abajo firmantes alertamos a la opinión pública y a las organizaciones democráticas de no prestar oídos a la campaña de calumnias contra el SME; llamamos a los grupos que pretenden ilegítima e ilegalmente intervenir en el proceso electoral del sindicato a desistir de su intento; y, sobre todo, demandamos a las autoridades federales el respeto irrestricto a la vida interna del SME. Las organizaciones y personas que suscribimos este pronunciamiento hemos acompañado al SME en todos estos años de resistencia y construcción de alternativas, y hoy estaremos también en la defensa de su democracia interna y su autonomía.
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